Mantén un peso estable y saludable Está claro que siempre ganamos y perdemos algún que otro kilo a lo largo del año, ya sea por el estrés, el ritmo del día a día o simplemente porque te regalas unas merecidas vacaciones. Pero los cambios de peso drástico en poco tiempo son difíciles de asimilar para tu piel. Procura hacerlo progresivamente para darle margen de maniobra y que pueda adaptarse a los cambios; despacito y buena letra, como dice el dicho. Y olvídate de las dietas de choque que, además de no ser saludables, tu piel te enviará señales de socorro. Dedícate tiempo y mantente en forma Todos nos sentimos mejor con nosotros mismos después de haberlo dado todo – y sudado todo también – en una buena sesión de ejercicio. Y tu piel también se siente mucho mejor, porque se tensa y reafirma a medida que fortaleces y defines los músculos que cubre. Cualquier tipo de ejercicio hará que aumenten los niveles de oxígeno y nutrientes que reciba tu piel, especialmente si es trabajo de cardio. Así que activa tu body y tu corazón 3 o 4 veces por semana y tu piel resplandecerá en señal de agradecimiento. Puedes combinar ciclismo, correr, natación o cualquier otra clase de cardio para no aburrirte. Otra buena opción son los deportes de equipo: nada motiva más que el trabajo en equipo y la competición.
Sácale el máximo partido a tu rutina diaria de cuidado de la piel La flacidez es la archienemiga de Skin Tight de Mio, y lo puedes utilizar para añadir un extra a tu rutina diaria. Incorpora este sérum espectacular como primer paso de tu rutina; creará una capa sobre la piel, así que lo puedes utilizar con tus productos favoritos sin ningún problema. Tu piel sabe bien lo que quiere, y le encantarán las fórmulas ‘No Nasties’ de los ingredientes Mio. Todo tu cuerpo merece la misma atención y mimo que le dedicas al rostro, y eso incluye el tipo de productos que utilizas. A largo plazo la diferencia se ve, se nota y se siente. Puedes aumentar aún más los niveles de hidratación si aplicas las fórmulas de calidad facial sobre la piel mojada (después del entrenamiento también es genial, porque tu circulación está activa). No dejes tu piel al descubierto Si usas productos muy fuertes o jabón común lo que conseguirás es dañar tu piel y, cual lagartija, parecerá que la estás mudando. Utiliza geles de ducha y limpiadores que contengan CERO sulfato de sodio Lauril/Laureth (SLS/SLES). Si no, de qué sirve entonces que mimes tu piel con los ingredientes excelentes de las fórmulas “No Nasties” si luego eliminas esa capa de hidratación tan importante cuando te lavas.
Consejos de nutrición para que tu piel te siente como un guante. Prueba la proteína de soja orgánica y los ácidos grasos saludables Omega 3 y 6. ¡Ya puedes ir con cuidado, señora flacidez! Porque estos ácidos grasos esenciales son unas máquinas potenciando la elasticidad de la piel y favoreciendo a que vuelva al sitio que le corresponde, y te tienen en el punto de mira.Entonces, no es mala idea si pensamos en llenarnos el plato de pescado azul u otros alimentos como nueces, semillas o aguacates. En su defecto, deberíamos asegurarnos que nuestro cuerpo recibe la cantidad que necesita con un suplemento alimenticio diario. La proteína de soja, rica en aminoácidos, vitamina E y antioxidantes, proporciona a la piel los elementos básicos que necesita para mantenerse suave, hidratada y sin plieguecillos. Si eres vegetariana o vegana estarás muy familiarizada con el tofu pero, ¡atención!, el edamame es otra buenísima opción. Sé original, ve variando y, siempre que puedas, apuesta por la alimentación orgánica.